El concierto

Me declaro fan de Enrique Bunbury, el aragonés errante, bueno quienes me conocen personalmente lo saben, y me aguantan.

Anoche se presentó en mi país, día martes es un día como raro para muchos para una actividad de estas, puesto que la  tradición indica que la recreación debiera ser limitada al fin de semana (¡que tontera!) , la hora 8 pm, para estar a esa hora hay que salir de la ciudad capital temprano, y no porque quede lejos  sino porque  el tráfico de esta mi ciudad de Guate  se ha convertido, como en muchos otros países – creo- , en un caos a las horas pico; sin embargo está bien porque así aprovecha uno a pasear un poco y a disfrutar de nuestras ricas comidas típicas.

El lugar la Antigua Guatemala, en La Ermita de la Santa Cruz, lugar que se ha convertido en punto de eventos culturales y conciertos, los cuales se presentan en una plataforma (antiguo atrio) entre el público y la fachada de la iglesia, misma que se conserva en muy buenas condiciones pese a las señales de deterioro por el tiempo (fuente: http://descubreantigua.com/ermita-de-la-santa-cruz/ermita-de-la-santa-cruz) .

El concierto inició en punto, la primera canción «El Extranjero», donde hace una clara referencia a su admiración por La Antigua Guatemala, cuando al inicio dice «… en Antigua quisiera morir…», de hecho dicen que tiene una casa en esta ciudad… casi que me voy a ir a acampar en frente con tal de robarle una foto y… !un beso!

Transcurrió el tiempo y 20 canciones no han sido  suficientes…desde las que lo hicieron famoso con Héroes del Silencio como Iberia Sumergida, Avalancha, Maldito Duende, hasta las  que lo han consagrado como solista, Lady blue, Suertecita, El Rescate, Despierta, … Se despedía y  el público decía no, no … gritábamos ¡Enrique! ¡Enrique! hasta que salió con la banda nuevamente, faltaban algunas imperdibles como La Chispa Adecuada, y para terminar «…y al final» para cerrar con broche de oro.

El público siempre con ganas de más…pero hasta allí… fue un gran concierto, un show espectacular, un lugar místico, muy buena compañía… algo «cuasiorgásmico»…  infiltrados artistas nacionales y extranjeros por allí vimos a Santi Rex de los Niños de Brasil… en GENERAL, que altura de personaje ¿no?

En fin, salí extasiada, esperando volver a verte mi Bunbury… esperando el próximo concierto (que por cierto, no me gusta ir a conciertos, pero este no me lo pierdo…)

 

 

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